jueves, 18 de noviembre de 2010

UN CUENTO OTOÑAL


Erase una vez una avellana que estaba triste porque no tenía amigos. Un día iba caminando por el bosque cuando se encontró con dos nueces que se llamaban Cala y Midad.
-¿Por qué lloras?- le preguntaron
-Porque no tengo amigas ¿Queréis ser mis amigas?
-¡Huy, claro! - respondieron Cala y Midad- Es que nosotras somos nuevas en este bosque porque acabamos de llegar junto al otoño.
Las tres iban caminando por el bosque y se encontraron con una almendra.
Como el otoño ya había llegado al bosque, el suelo estaba lleno de hojas secas y al pisarlas salía una bonita melodía otoñal. Las cuatro iban caminando por el bosque , se encontraron con una nuez y se hicieron todas amigas.
FIN
Juan Borragán y Patricia, 1º

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